Lo Héctor Rivero
He aprendido a desaprender todas las mentiras que me enseñaron y que debo ser objetivista, ver el lado positivo y creer en mí; que soy libre mientras desconozca el tamaño de la prisión. He aprendido que todos los monstruos son de causa humana, y no siento miedo, al contrario, compasión. He aprendido a respetar el misterio y a vivir con las preguntas; a reirme de mi mismo, pues sin humor no hay amor, y que la única necesidad que tenemos es la de amar. He aprendido que mi conciencia es sagrada y que no existen los días, solamente un momento presente. He aprendido que aunque la realidad sea múltiple y engañosa, está en mi cerebro saber discernir, ya qué todo es mente y no circunstancia. He aprendido que todo ocurrre por causa y efecto, y que todo se convierte en fugacidad y banalidad: las personas dejan de existir y las cosas se desaparecen, así de fácil. He aprendido que lo importante es invisible, y no necesariamente me lo enseñó un principito. He aprendido a depender de la razón y el sentido común, a tener mucha fe en mí y en la humanidad. He aprendido a agradecer toda tarea y aceptarla con resignación. A darle vida a lo absurdo. A dejar fluir. A amar lo que me pasa. He aprendido que para aliviar el dolor hay que sentirlo pues lo que se resiste persiste y que la depresión duele, es la verdadera muerte y espanta amigos. Y por ultimo, he aprendido a no aferrarme a nada ni a nadie y a no tener expectativas. He aprendido a que ninguna creencia o ismo me controle, ningún miedo me límite y ningún pensamiento me ate; a ser yo mismo y a respetar la unicidad del otro, pues cada ser tiene su propio pensar, y cada cual tiene su propio camino, su verdad y su vida. Nuestra única y verdadera divinidad es simplemente nuestra humanidad. Todo lo que he aprendido me lo ha enseñado la instuición, la experiencia, la razón, el sentido común, la ciencia y el sufrimiento. He aprendido a vivir sin creencias, sin paises, sin religiones, sin dioses imaginarios y a vivir solo en silencio. Nada me define, nada me sujeta. Solo la libertad es mi substancia.