1. LEY DE LA VIBRACIÓN: Todo lo que existe en nuestro universo–tanto lo que vemos como lo que no–está hecho de una energía pura. que resuena y existe en forma de una frecuencia vibratoria. Cada pensamiento, emoción y acción tiene su vibración particular y armonizará con aquello que posea una vibración idéntica.
2. LEY DE LA CAUSA Y EL EFECTO: Toda acción tiene una reacción y una consecuencia. En otras palabras, “cosechamos lo que sembramos”. Por cada acción hay una reacción igual y opuesta. Cada uno de nuestros pensamientos, acciones o palabras crea una onda energética. Como consecuencia de esto, el universo produce un efecto que puede ser deseable o indeseable.
3. LEY DE LA UNIDAD DIVINA: Todo lo que existe–lo que vemos y lo que no vemos–está conectado a un campo de unidad divina. Aquello que pensamos, hacemos, creemos o decimos tiene efectos sobre los demás, el ambiente y el mundo que nos rodea.
4. LEY DE LA RELATIVIDAD: Todo lo que existe en nuestro mundo físico solamente es real debido a su relación o comparación con otra cosa. La luz sólo existe al compararla con la oscuridad. El bien solamente existe cuando se lo compara con el mal. El calor existe sólo si lo comparamos con el frío. De hecho, todos los sucesos de nuestra vida simplemente son hasta el momento en que los comparamos con otra cosa. Nada en nuestra vida tiene un significado en sí mismo: el significado es aquel que nosotros mismos le damos. Lo importante es cómo percibimos una situación y qué pensamientos y perspectivas utilizamos para abordarla.
5. LEY DE LA ABUNDANCIA: El universo está en crecimiento continuo y tiene recursos ilimitados para cada uno de nosotros. El universo produce y se multiplica continuamente gracias al poder de las Leyes Universales, que son determinadas por la energía que cada uno de nosotros proyecta.
6. LEY DE LA ATRACCIÓN: Nuestros pensamientos, acciones, sentimientos y palabras crean una energía que atrae a aquellas energías similares. Lo negativo atrae lo negativo y lo positivo atrae lo positivo.
7. LEY DE LA ACCIÓN: Para manifestarnos aquí, en el planeta Tierra, es necesario ACTUAR. Nuestras acciones deben estar alineadas con nuestros deseos, pensamientos, sueños y palabras. Es imposible alcanzar lo que deseamos si nuestras acciones no están en armonía con nuestros pensamientos, palabras y sueños. Esta ley de la acción es por la cuál tantas personas “fallan” a la hora de buscar el éxito: sus miedos (o su pereza) se convierten en un obstáculo y no les permiten conseguir los resultados que desean.
8. LEY DE LA CORRESPONDENCIA: Esta Ley Universal dictamina que nuestra vida exterior no es más que un reflejo fiel de nuestra vida interior. Existe una correspondencia directa entre cómo pensamos y nos sentimos por dentro, y la forma en la que actuamos y experimentamos el mundo exterior. Esto significa que “así como es arriba, es abajo, y así como es dentro, es fuera”. Todas nuestras relaciones, riquezas, salud y amor son imágenes especulares de nuestro mundo interior.
9. LEY DE LA TRANSMUTACIÓN PERPETUA DE LA ENERGÍA: Todos los individuos tienen el poder interior de cambiar su realidad y las condiciones de su vida. Las vibraciones más altas siempre se transmutan en vibraciones más bajas. Esto significa que, una vez que entendemos y aplicamos los principios de las Leyes Universales, todos tenemos el poder de cambiar la energía de nuestras vidas.
10. LEY DEL RITMO: Esta ley establece que toda la energía del universo se mueve a cierto ritmo. Podemos pensar en las estaciones, ciclos, patrones y estadios del desarrollo. Todo se mueve como un péndulo: si algo va hacia la derecha en este momento, luego irá hacia la izquierda. Todo fluye hacia adentro y hacia afuera, en todo hay mareas que suben y bajan. La clave para entender esto es el balance: no permitir que las emociones se vayan demasiado hacia la derecha ni demasiado hacia la izquierda.
11. LEY DE LA POLARIDAD: Todo lo que existe tiene su opuesto absoluto. Todo es dual y tiene polos. Esta ley nos permite experimentar la vida de una forma plena y descubrir que dentro de cada problema que percibimos existe una solución; dentro de cada fracaso existe un triunfo.
12. LEY DEL GÉNERO: Todo se manifiesta como masculino y femenino. Esta ley gobierna a toda la creación.